Piedra Libre para Jujar
San Martín de los Andes, es “Ciudad de niñas y niños”, declarada por la ordenanza N° 12591/19.
Para llegar a este reconocimiento hubo un recorrido previo, de varios años.
En 2013 inician los primeros Consejos de Niñxs ciudadanxs en la localidad, dentro del Consejo de la Comunidad para la Niñez, Adolescencia y Familia, siendo institucionalizados en el año 2015, en la ordenanza 10678/ 15, que será ampliada por la 11275/16, en la que se conforma la Mesa Política de participación Infantil (MePPI), como órgano gestor y promotor de políticas de niñez que surjan de propuestas de lxs niñxs. Entre los programas que se desarrollaron en estos últimos años desde la MEPPI, están: Caminos Amigables a las Escuelas, Puntos Amigables, Jugar es nuestro derecho: Rayuelas en espacios públicos, Día del derecho a Jugar (28 de mayo) y Escuela Bonita, que dan respuesta, en términos de construcción de la política pública, a las opiniones y pareceres de las niñas y niños de San Martín de los Andes.
Desde el año 2016, venimos pensando en “Calles para jugar”, consideramos la posibilidad de cerrar tramos de calles en los que habitualmente circulan vehículos, para transformarlos en espacios públicos peatonales, donde pueda ocurrir el encuentro con otrxs, el juego libre, la circulación peatonal de niñas y niños y el disfrute de las familias, en general. Por diferentes motivos, este proyecto no se pudo concretar. Consideramos que la presente coyuntura brinda la oportunidad de asumir la decisión política de priorizar a las niñeces y adolescencias sus derechos e intereses con acciones concretos, en este caso repensando ciertos espacios públicos más allá de sus usos habituales, funcionales y tradicionales. Resignificar así la vía pública, la calle, como su entramado e incorporar nuevas formas de vivenciar esos lugares, en espacios de tiempo claramente delimitados y en condiciones cuidadas, en términos integrales.
Frente a la pandemia y al aislamiento obligatorio, la organización comunitaria fue variando, y las niñas y los niños fueron reconocidos entre los ciudadanxs que merecían mayor atención y escucha. Sus derechos fueron declarados prioritarios, reconociendolxs como ciudadanas y ciudadanos.
Nuestra localidad, junto a otras de la provincia, es parte de la Red Provincial de Ciudades de niñas y niños, en la que hemos buscado sostener la escucha a las niñeces. Por las características propias de la pandemia; y por la velocidad y complejidad de las medidas tomadas por los gobiernos para su abordaje, no ha sido posible, por lo menos en una primera etapa de este proceso, la efectivización de una participación ciudadana amplia -incluidos e incluidas en ella, los niños y las niñas- en cada una de las decisiones tomadas. Independientemente de esta circunstancia tan particular, hoy, al decir de Tonucci, las ciudades son como a los niños y las niñas siempre les gustaría disfrutarlas: sin tráfico, sin peligros, sin contaminación. Vemos propicio continuar con la recuperación de las calles para jugar.
Desde el laboratorio internacional del Proyecto “La Ciudad de las Niñas y de los Niños”, se ha lanzado una petición para que, terminada la crisis sanitaria, las y los intendentes ofrezcan por un día, las calles para jugar a las niñas y a los niños. Un regalo especial, expresa Francesco Tonucci, para que puedan estar afuera solas y solos, sin autos, sin peligros, protegidos con sus mascarillas y con la debida distancia, siguiendo las reglas que determinen las autoridades, pero también pudiendo jugar libremente en el espacio público. Un merecido premio después de haber sobrellevado la cuarentena. (Fuente: Red Argentina de Ciudades de Niñas y Niños)
En estas salidas que se proponen, definitivamente les daremos las reglas: "con máscaras, sin tocar y sin acercarse". Ellos inventarán nuevos juegos que se juegan con máscaras, sin tocar y sin acercarse. Nosotrxs miraremos desde los balcones y ventanas y seguramente ellos también nos enseñarán cómo comportarnos. Por todo esto es que Proponemos darles las ciudades por un día…” (Francesco Tonucci (2020); en Petición Change.org:” Queridos Alcaldes: Las niñas y los niños merecen un día para jugar afuera!.)
¿DESDE DÓNDE NOS POSICIONAMOS PARA RETOMAR ESTE CAMINO?
Como miembros de la Red Provincial y de la Red Argentina de Ciudades de Niñas y Niños, nos hacemos eco de la invitación, considerando que estas acciones representan un impulso para lograr este camino de ser una provincia donde las niñeces son el presente, son sujetos políticos y ejercen ciudadanía y, por ende, también a ellas y ellos les solicitamos su mirada para proyectar.
Es por esto que tomamos la propuesta de Tonucci, pero entendemos que esas salidas libres de tránsito y seguras para las niñas y los niños, pero también para todo el conjunto social, no deberían ocurrir por una única vez, durante un solo día. En lugar de ello, retomamos esta iniciativa pensando en que hoy, en nuestra localidad y en nuestra provincia, es posible generar instancias que se instalen en las comunidades de manera permanente y comencemos así, a crear y recrear esa ciudad de las niñas y los niños, que hoy no les pertenece. Que desde esta invitación podamos verdaderamente colaborar para hacer la ciudad de las niñas y los niños, concretar su derecho a la ciudad, que obviamente representará un beneficio para toda la comunidad.
La Ciudad es pensada en estos tiempos solo como el lugar para transitar, esperar y conocerla desde las maneras en que algunas personas adultas significan ese lugar. Adentrarnos en el pensamiento y la acción de generar una ciudad desde la mirada de la participación de la niñez, es ir por un camino en el que se concibe y gestiona el espacio público como facilitador de múltiples posibilidades, de inclusión, de cohesión social, en las relaciones entre sus ciudadanas y ciudadanos, incluidas las niñas y los niños. “El espacio público urbano sigue siendo el lugar privilegiado de ejercicio de la ciudadanía y de expresión de los derechos civiles…Es en los espacios públicos que se expresa la diversidad, se produce el intercambio y se aprende la tolerancia, La calidad, la multiplicación y la accesibilidad de los espacios públicos definirán en buena medida el progreso de la ciudadanía”.
Al incorporar las miradas de las niñas y niños en el diseño y producción de los espacios públicos, necesariamente, incorporamos la lúdica y la fantasía en esos espacios.
Lo lúdico se presenta en esta propuesta como una nueva filosofía de gobierno, como una actitud que abarca cada juego que se propone, pero no se reduce a él. Lo lúdico es una actitud hacia la vida. Se lo reconoce como lenguaje natural, derecho y constructor de cultura, con capacidad transformadora de las personas y de las políticas. Genera placer, y así, la acción de jugar tiene función estructurante en el sujeto. Al jugar se produce encuentro y el mundo interior se expande. ([1] Jiménez, C.A; Alvarado, L.A. y Dinello, R (2004). “Recreación, lúdica y juego”.
Ambos atributos, lúdica y fantasía, aspectos inherentes al pensamiento de las niñas y niños, vienen a transformar y expandir las posibilidades de explorar, vivenciar y relacionarnos en nuestras localidades.
Proponemos entender a las intervenciones, propuestas, acciones lúdicas y de juego, como aquellas actividades placenteras y de recreación que no están, lógicamente, vinculadas a la producción y comercialización de mercancías, y que son susceptibles de generar otras dinámicas de encuentro y oportunidades de comunicación. Pensar nuestras ciudades desde la óptica de la niñez y la lúdica es pensarlas entonces, como lugares para ser y estar (habitar) que se activan desde la imaginación y la creatividad de las y los ciudadanos en su encuentro cotidiano. Es ver el espacio público como un tablero de juego, que se convertirá en espacio lúdico para ser vivido y significado a través del juego. Es reinventar la ciudad a partir del juego.
Cuando hablamos de un espacio lúdico no es sólo un lugar físico sino un espacio simbólico y por lo tanto, vital. Es el ámbito de la expresión y de intercambio cultural de diversas formas de expresión ciudadanas. Es decir, es la participación de cada una y cada uno de sus habitantes como aporte de sus pensamientos, ideas, opiniones, propuestas y discusiones que constituyen la esencia de la ciudadanía.
Un espacio es lúdico cuando proporciona cuidados, seguridad y bienestar a los jugadores y jugadoras -sin poner el acento en la edad-, observa pautas y posibilidad de accesibilidad para todos y todas sin excepción o exclusión, otorga objetos, intervenciones lúdicas y proporciona, en la medida de sus posibilidades, una diversidad de opciones que permitan albergar diferentes proyectos de juego, ajustados a cada intención.
La eficacia de un espacio lúdico se ve reflejada en la posibilidad de transformación de escenarios cotidianos, con usos tradicionales, habituales, en lugares cuya novedad incorpora la satisfacción del derecho al juego, a la autonomía y al uso libre del espacio público.
Es tarea nuestra observar nuestro entorno, nuestros contextos, ver, mirarlos como el territorio del juego, cada territorio tendrá algo para ofrecernos, está en nosotras y nosotros poder mirar con ojos de niñas y niños. Es agudizar la mirada para ver desde otra perspectiva, dado que tradicionalmente los juegos se ofrecen en superficies horizontales planas (canchas, pistas, mesas o tableros), y ¿por qué no? pensar que esas propuesta pueden estar en los lugares más inhóspitos, inesperados, en otras posiciones y superficies.
La acción lúdica debe ser, por lo tanto, elegida libremente y practicada por voluntad propia (ya sea por parte de un niño, una niña o por personas adultas), pues debe ser divertida, placentera, saludable, cuidada y satisfactoria. Es decir, para que la acción provoque “placer lúdico” en quienes deciden jugar.
¿Por qué no empezar a pensar nuestras localidades en la clave metafórica del recreo (el recreo es parte de una dicotomía a menudo conflictiva, la del trabajo, la ocupación la obligación)? Una ciudad que propicia relaciones lúdicas concibe sus espacios para la libertad, para la participación y la construcción colectiva a través de espacios para la memoria, la deriva, la poética, el juego, el caminar, el encuentro, la solidaridad y el estar con los otros y otras. Una ciudad saludable y de bienestar. Un proyecto de construcción de ciudadanía desde la mirada de las niñas y niños, a través del juego como lenguaje.
¿CUÁL ES LA INTENCIÓN?
Propiciar la transformación de espacios públicos de la ciudad, calles y circuitos, durante segmentos estipulados de tiempo, con el objetivo de modificar sus usos habituales para convertirlos en lugares de juego libre y de cuidados, atendiendo y ampliando lo previsto en la Orza. 553/18 (local) y en adhesión al Programa “Piedra libre para jugar” y/o
Promover la actividad lúdica, contribuyendo a la realización de otros derechos como el derecho a la salud, la educación, la identidad y la participación de acuerdo a lo estipulado por el Marco Normativo.
¿QUÉ PROPONEMOS?
El sábado 11 de marzo, por la tarde, se realizó en la calle Elías Sapag, que fue cortada para que todas las personas que quisieran encontrarse a jugar lo pudieran hacer libremente. Un espacio de luego libre con diferentes propuestas para todas las edades.
Diferentes instituciones compartieron sus propuestas de juego para que podamos elegir como divertirnos en la calle. Hubo Futbol valorado, juegos de piso, juegos de mesa, masas de colores, elementos para todos los deportes, rayuelas, tizas, papeles y colores, música y mucha buena onda. Tambien contamos con la presencia del grupo Aire libre que nos acompañó con su música.
El sábado 25 de marzo, por la tarde, el encuentro fue en la plaza José Zanatta, sosteniendo el Piedra libre para jugar, un espacio de juego libre con diferentes propuestas para todas las edades.
El sol y la red de instituciones, acompañaron la propuesta para que niños, niñas y familias del barrio disfruten.
El sábado 15 de abril, sobre la calle Weber, entre Pérez y M. Morenos se realizó, en conjunto con la Biciteca del Centro que funciona en la Casita de Cáritas, un nuevo Piedra libre para Jugar.
Corte de calle, para que todas y todos los vecinos tengan posibilidades de jugar: Futbol valorado, juegos de piso, juegos de mesa, masas de colores, elementos para todos los deportes, rayuelas, tizas, papeles y colores, música y muchas opciones para pasar un buen momento.
Para llegar a este reconocimiento hubo un recorrido previo, de varios años.
En 2013 inician los primeros Consejos de Niñxs ciudadanxs en la localidad, dentro del Consejo de la Comunidad para la Niñez, Adolescencia y Familia, siendo institucionalizados en el año 2015, en la ordenanza 10678/ 15, que será ampliada por la 11275/16, en la que se conforma la Mesa Política de participación Infantil (MePPI), como órgano gestor y promotor de políticas de niñez que surjan de propuestas de lxs niñxs. Entre los programas que se desarrollaron en estos últimos años desde la MEPPI, están: Caminos Amigables a las Escuelas, Puntos Amigables, Jugar es nuestro derecho: Rayuelas en espacios públicos, Día del derecho a Jugar (28 de mayo) y Escuela Bonita, que dan respuesta, en términos de construcción de la política pública, a las opiniones y pareceres de las niñas y niños de San Martín de los Andes.
Desde el año 2016, venimos pensando en “Calles para jugar”, consideramos la posibilidad de cerrar tramos de calles en los que habitualmente circulan vehículos, para transformarlos en espacios públicos peatonales, donde pueda ocurrir el encuentro con otrxs, el juego libre, la circulación peatonal de niñas y niños y el disfrute de las familias, en general. Por diferentes motivos, este proyecto no se pudo concretar. Consideramos que la presente coyuntura brinda la oportunidad de asumir la decisión política de priorizar a las niñeces y adolescencias sus derechos e intereses con acciones concretos, en este caso repensando ciertos espacios públicos más allá de sus usos habituales, funcionales y tradicionales. Resignificar así la vía pública, la calle, como su entramado e incorporar nuevas formas de vivenciar esos lugares, en espacios de tiempo claramente delimitados y en condiciones cuidadas, en términos integrales.
Frente a la pandemia y al aislamiento obligatorio, la organización comunitaria fue variando, y las niñas y los niños fueron reconocidos entre los ciudadanxs que merecían mayor atención y escucha. Sus derechos fueron declarados prioritarios, reconociendolxs como ciudadanas y ciudadanos.
Nuestra localidad, junto a otras de la provincia, es parte de la Red Provincial de Ciudades de niñas y niños, en la que hemos buscado sostener la escucha a las niñeces. Por las características propias de la pandemia; y por la velocidad y complejidad de las medidas tomadas por los gobiernos para su abordaje, no ha sido posible, por lo menos en una primera etapa de este proceso, la efectivización de una participación ciudadana amplia -incluidos e incluidas en ella, los niños y las niñas- en cada una de las decisiones tomadas. Independientemente de esta circunstancia tan particular, hoy, al decir de Tonucci, las ciudades son como a los niños y las niñas siempre les gustaría disfrutarlas: sin tráfico, sin peligros, sin contaminación. Vemos propicio continuar con la recuperación de las calles para jugar.
Desde el laboratorio internacional del Proyecto “La Ciudad de las Niñas y de los Niños”, se ha lanzado una petición para que, terminada la crisis sanitaria, las y los intendentes ofrezcan por un día, las calles para jugar a las niñas y a los niños. Un regalo especial, expresa Francesco Tonucci, para que puedan estar afuera solas y solos, sin autos, sin peligros, protegidos con sus mascarillas y con la debida distancia, siguiendo las reglas que determinen las autoridades, pero también pudiendo jugar libremente en el espacio público. Un merecido premio después de haber sobrellevado la cuarentena. (Fuente: Red Argentina de Ciudades de Niñas y Niños)
En estas salidas que se proponen, definitivamente les daremos las reglas: "con máscaras, sin tocar y sin acercarse". Ellos inventarán nuevos juegos que se juegan con máscaras, sin tocar y sin acercarse. Nosotrxs miraremos desde los balcones y ventanas y seguramente ellos también nos enseñarán cómo comportarnos. Por todo esto es que Proponemos darles las ciudades por un día…” (Francesco Tonucci (2020); en Petición Change.org:” Queridos Alcaldes: Las niñas y los niños merecen un día para jugar afuera!.)
¿DESDE DÓNDE NOS POSICIONAMOS PARA RETOMAR ESTE CAMINO?
Como miembros de la Red Provincial y de la Red Argentina de Ciudades de Niñas y Niños, nos hacemos eco de la invitación, considerando que estas acciones representan un impulso para lograr este camino de ser una provincia donde las niñeces son el presente, son sujetos políticos y ejercen ciudadanía y, por ende, también a ellas y ellos les solicitamos su mirada para proyectar.
Es por esto que tomamos la propuesta de Tonucci, pero entendemos que esas salidas libres de tránsito y seguras para las niñas y los niños, pero también para todo el conjunto social, no deberían ocurrir por una única vez, durante un solo día. En lugar de ello, retomamos esta iniciativa pensando en que hoy, en nuestra localidad y en nuestra provincia, es posible generar instancias que se instalen en las comunidades de manera permanente y comencemos así, a crear y recrear esa ciudad de las niñas y los niños, que hoy no les pertenece. Que desde esta invitación podamos verdaderamente colaborar para hacer la ciudad de las niñas y los niños, concretar su derecho a la ciudad, que obviamente representará un beneficio para toda la comunidad.
La Ciudad es pensada en estos tiempos solo como el lugar para transitar, esperar y conocerla desde las maneras en que algunas personas adultas significan ese lugar. Adentrarnos en el pensamiento y la acción de generar una ciudad desde la mirada de la participación de la niñez, es ir por un camino en el que se concibe y gestiona el espacio público como facilitador de múltiples posibilidades, de inclusión, de cohesión social, en las relaciones entre sus ciudadanas y ciudadanos, incluidas las niñas y los niños. “El espacio público urbano sigue siendo el lugar privilegiado de ejercicio de la ciudadanía y de expresión de los derechos civiles…Es en los espacios públicos que se expresa la diversidad, se produce el intercambio y se aprende la tolerancia, La calidad, la multiplicación y la accesibilidad de los espacios públicos definirán en buena medida el progreso de la ciudadanía”.
Al incorporar las miradas de las niñas y niños en el diseño y producción de los espacios públicos, necesariamente, incorporamos la lúdica y la fantasía en esos espacios.
Lo lúdico se presenta en esta propuesta como una nueva filosofía de gobierno, como una actitud que abarca cada juego que se propone, pero no se reduce a él. Lo lúdico es una actitud hacia la vida. Se lo reconoce como lenguaje natural, derecho y constructor de cultura, con capacidad transformadora de las personas y de las políticas. Genera placer, y así, la acción de jugar tiene función estructurante en el sujeto. Al jugar se produce encuentro y el mundo interior se expande. ([1] Jiménez, C.A; Alvarado, L.A. y Dinello, R (2004). “Recreación, lúdica y juego”.
Ambos atributos, lúdica y fantasía, aspectos inherentes al pensamiento de las niñas y niños, vienen a transformar y expandir las posibilidades de explorar, vivenciar y relacionarnos en nuestras localidades.
Proponemos entender a las intervenciones, propuestas, acciones lúdicas y de juego, como aquellas actividades placenteras y de recreación que no están, lógicamente, vinculadas a la producción y comercialización de mercancías, y que son susceptibles de generar otras dinámicas de encuentro y oportunidades de comunicación. Pensar nuestras ciudades desde la óptica de la niñez y la lúdica es pensarlas entonces, como lugares para ser y estar (habitar) que se activan desde la imaginación y la creatividad de las y los ciudadanos en su encuentro cotidiano. Es ver el espacio público como un tablero de juego, que se convertirá en espacio lúdico para ser vivido y significado a través del juego. Es reinventar la ciudad a partir del juego.
Cuando hablamos de un espacio lúdico no es sólo un lugar físico sino un espacio simbólico y por lo tanto, vital. Es el ámbito de la expresión y de intercambio cultural de diversas formas de expresión ciudadanas. Es decir, es la participación de cada una y cada uno de sus habitantes como aporte de sus pensamientos, ideas, opiniones, propuestas y discusiones que constituyen la esencia de la ciudadanía.
Un espacio es lúdico cuando proporciona cuidados, seguridad y bienestar a los jugadores y jugadoras -sin poner el acento en la edad-, observa pautas y posibilidad de accesibilidad para todos y todas sin excepción o exclusión, otorga objetos, intervenciones lúdicas y proporciona, en la medida de sus posibilidades, una diversidad de opciones que permitan albergar diferentes proyectos de juego, ajustados a cada intención.
La eficacia de un espacio lúdico se ve reflejada en la posibilidad de transformación de escenarios cotidianos, con usos tradicionales, habituales, en lugares cuya novedad incorpora la satisfacción del derecho al juego, a la autonomía y al uso libre del espacio público.
Es tarea nuestra observar nuestro entorno, nuestros contextos, ver, mirarlos como el territorio del juego, cada territorio tendrá algo para ofrecernos, está en nosotras y nosotros poder mirar con ojos de niñas y niños. Es agudizar la mirada para ver desde otra perspectiva, dado que tradicionalmente los juegos se ofrecen en superficies horizontales planas (canchas, pistas, mesas o tableros), y ¿por qué no? pensar que esas propuesta pueden estar en los lugares más inhóspitos, inesperados, en otras posiciones y superficies.
La acción lúdica debe ser, por lo tanto, elegida libremente y practicada por voluntad propia (ya sea por parte de un niño, una niña o por personas adultas), pues debe ser divertida, placentera, saludable, cuidada y satisfactoria. Es decir, para que la acción provoque “placer lúdico” en quienes deciden jugar.
¿Por qué no empezar a pensar nuestras localidades en la clave metafórica del recreo (el recreo es parte de una dicotomía a menudo conflictiva, la del trabajo, la ocupación la obligación)? Una ciudad que propicia relaciones lúdicas concibe sus espacios para la libertad, para la participación y la construcción colectiva a través de espacios para la memoria, la deriva, la poética, el juego, el caminar, el encuentro, la solidaridad y el estar con los otros y otras. Una ciudad saludable y de bienestar. Un proyecto de construcción de ciudadanía desde la mirada de las niñas y niños, a través del juego como lenguaje.
¿CUÁL ES LA INTENCIÓN?
Propiciar la transformación de espacios públicos de la ciudad, calles y circuitos, durante segmentos estipulados de tiempo, con el objetivo de modificar sus usos habituales para convertirlos en lugares de juego libre y de cuidados, atendiendo y ampliando lo previsto en la Orza. 553/18 (local) y en adhesión al Programa “Piedra libre para jugar” y/o
Promover la actividad lúdica, contribuyendo a la realización de otros derechos como el derecho a la salud, la educación, la identidad y la participación de acuerdo a lo estipulado por el Marco Normativo.
¿QUÉ PROPONEMOS?
- Cerrar la circulación vehicular durante segmentos estipulados de tiempo para promover la circulación peatonal y el uso recreativo de las calles, los días domingos ¿y feriados?
- Intervenir calles y otros espacios públicos, durante segmentos estipulados de tiempo, convirtiéndolos en lugares de juego libre y cuidados.
Piedra Libre Para Jugar 2023
En el verano del 2023 se realizaron 3 ediciones del Piedra Libre para Jugar, aún sin el marco del Programa de Fomento del derecho a jugar, pero sumándonos al trabajo en red con Secretaría municipal de deportes, CoCoNAF, DTC San Martín de los Andes de Sedronar, Vientos de Libertad de MTE, Punto saludable, Subsecretaría de Ciudades saludables, Subsecretaría de niñez, MePPi, Delegaciones barriales de Las Rosas y Cordones del Chapelco y otras organizaciones territoriales.El sábado 11 de marzo, por la tarde, se realizó en la calle Elías Sapag, que fue cortada para que todas las personas que quisieran encontrarse a jugar lo pudieran hacer libremente. Un espacio de luego libre con diferentes propuestas para todas las edades.
Diferentes instituciones compartieron sus propuestas de juego para que podamos elegir como divertirnos en la calle. Hubo Futbol valorado, juegos de piso, juegos de mesa, masas de colores, elementos para todos los deportes, rayuelas, tizas, papeles y colores, música y mucha buena onda. Tambien contamos con la presencia del grupo Aire libre que nos acompañó con su música.
El sábado 25 de marzo, por la tarde, el encuentro fue en la plaza José Zanatta, sosteniendo el Piedra libre para jugar, un espacio de juego libre con diferentes propuestas para todas las edades.
El sol y la red de instituciones, acompañaron la propuesta para que niños, niñas y familias del barrio disfruten.
El sábado 15 de abril, sobre la calle Weber, entre Pérez y M. Morenos se realizó, en conjunto con la Biciteca del Centro que funciona en la Casita de Cáritas, un nuevo Piedra libre para Jugar.
Corte de calle, para que todas y todos los vecinos tengan posibilidades de jugar: Futbol valorado, juegos de piso, juegos de mesa, masas de colores, elementos para todos los deportes, rayuelas, tizas, papeles y colores, música y muchas opciones para pasar un buen momento.